Los analistas mencionan que durante el mandato del Sr. Morsi, la economía de Egipto fue de mal en peor y ahora está a punto de colapsar. La electricidad y el abastecimiento de agua son esporádicos y en algunos lugares, incluso los alimentos básicos como el pan son difíciles de conseguir.
El problema ahora, es que cualquier gobierno que sustituya al del Sr. Morsi será muy consciente de que los egipcios estarían más que dispuestos a salir a la calle si sus vidas se hacen más duras.
Sin embargo, esta situación no debe hacernos olvidar que la economía de Egipto se encontraba en una situación desesperada antes de la revolución que derrocó a Hosni Mubarak. El desempleo se situaba en el 10% y una cuarta parte de los jóvenes estaban sin trabajo.
Por otra parte, la ausencia de la Hermandad Musulmana en el control del gobierno, la voluntad por parte de los donantes como Qatar puede estar en duda.
Además, no hay garantía de que cualquier autoridad reemplazante sea capaz de retirar dinero del Fondo Monetario Internacional. El Gobierno del Sr. Morsi solicito $ 4.8 billones de dólares al FMI en noviembre pasado, pero no fue aprobado debido a la inestabilidad que sufría el país.
"La esperanza que tenemos es que, lo que está sucediendo ahora, la crisis y la imposibilidad de hacer negocios, se traducirá en una mejor sociedad que es capaz de establecer políticas económicas más sanas, tener una mayor transparencia política que permitirá a más inversores entrar y, finalmente, ver a una sociedad que prospera ".declara Karim Shafaei la presidenta de Al Ismaelia, una firma que restaura edificios antiguos en El Cairo